Las microagresiones en el trabajo son acciones o comportamientos sutiles, a menudo inconscientes, que transmiten desprecio o discriminación hacia una persona o grupo de personas. Estas agresiones pueden ser verbales, no verbales o escritas, y pueden estar dirigidas hacia individuos basándose en su raza, género, orientación sexual, identidad de género, edad, discapacidad o cualquier otra característica protegida por la ley.
¿Cómo identificar las microagresiones laborales?
Las microagresiones pueden ser difíciles de identificar, ya que a menudo son sutiles y pueden ser interpretadas de maneras diferentes por diferentes personas. Sin embargo, tienen un impacto profundo y duradero en la víctima, ya que pueden socavar la confianza y el sentido de pertenencia en el lugar de trabajo.
Las microagresiones pueden tomar diferentes formas, tales como:
- Verbales: comentarios o preguntas que causan dolor o estigmatización a cierto grupo de personas marginadas.
- Conductuales: comportamientos que lastiman o discriminan a cierto grupo de personas.
- Ambientales: discriminación sutil en la sociedad, como edificios universitarios con solo nombres de personas blancas.
El psicólogo Derald Wing Sue y sus colegas han definido tres tipos de microagresiones:
- Microataques: comportamientos discriminatorios intencionales, pero que no son intencionalmente ofensivos. Un ejemplo: Contar un chiste racista y luego decir, “solo estoy bromeando”.
- Microinsultos: comentarios o acciones discriminatorias accidentalmente. Por ejemplo, decirle a un médico Latino, “tu gente debe sentirse orgullosa”.
- Microinvalidaciones: comentarios que invalidan o menosprecian las experiencias de cierto grupo de personas. Un ejemplo de una microinvalidación sería que una persona blanca le diga a una persona negra que “el racismo no existe en la sociedad actual”.
Algunos ejemplos comunes de microagresiones en el trabajo incluyen:
- Comentarios despectivos o estereotipos negativos hacia un grupo específico de personas.
- Excluir a alguien de una reunión o evento debido a su raza, género u orientación sexual.
- Ignorar o minimizar las ideas o contribuciones de alguien debido a su raza, género u orientación sexual.
- Tratar a un empleado de manera diferente debido a su raza, género u orientación sexual.
- Usar lenguaje o términos inapropiados u ofensivos hacia un grupo específico de personas.
Algunos otros ejemplos de microagresiones incluyen:
- Tratar a una persona como de segunda clase debido a su género, raza u orientación sexual.
- Halagar a una persona que nació y creció en Estados Unidos por su acento simplemente porque es blanca.
- Decirle a una persona delgada que debería comer más.
- Asumir cosas sobre personas basándose en su religión, edad o clase social.
- No usar los pronombres de preferencia de una persona transgénero deliberadamente.
- Subrepresentar diferentes razas, sexualidades y capacidades diferentes en los medios de comunicación.
- No estar dispuesto a considerar como nombres ofensivos los nombres de equipos deportivos estereotípicos y derogatorios.
- Usar terminología obsoleta u ofensiva, como "es tan homosexual".
- Considerar que ciertas personas son más valiosas que otras basándose en su etnia, clase social o sexualidad.
¿Cuáles son las consecuencias de estas microagresiones?
Algunos estudios han demostrado que las personas que experimentan microagresiones regularmente tienen una autoestima más baja, y aunque no se ha confirmado si las microagresiones causan directamente depresión, es evidente que pueden tener un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de las personas que las experimentan.
Es importante tener en cuenta que las microagresiones no son necesariamente intencionales. Muchas veces, las personas que las cometen no son conscientes de su impacto negativo. Sin embargo, es importante reconocerlas y abordarlas para crear un ambiente inclusivo y respetuoso para todos los empleados.
Una manera de abordarlas es hablar abierta y honestamente sobre ellas con la persona que las cometió. Esto puede ser difícil, pero es importante hacerlo de manera respetuosa y sin acusar. También es útil proporcionar recursos y formación para ayudar a las personas a comprender y abordar las microagresiones en el lugar de trabajo.
En el caso de las empresas, es impprtante que estas desarrollen políticas y protocolos que ayuden a prevenir y dar un mejor manejo a las situaciones en las que se evidecie cualquier microagresión. Esto puede incluir la creación de una cultura de respeto y inclusión, así como la implementación de medidas.
Fuentes: