La inclusión de la diversidad en el ámbito empresarial no solo pasa por tener en cuenta cuestiones de género o sexuales. También se vuelve necesario tomar en cuenta otras realidades, como la de las personas con diversidad funcional. Precisamente, es especialmente importante hablar de todas las formas de inclusión laboral y de cómo esto puede aportar a la cultura organizacional y al mundo.poó ´
Antes que nada, hemos de aclarar que en este artículo se usará la palabra “personas con diversidad funcional” debido a que se considera un término que carece de cargas negativas o médicas. Sin embargo, también será usada ocasionalmente la etiqueta “personas con discapacidad” ya que es el concepto apropiado por el activismo.
Derechos para todas, todos y todes
Antes de hablar de inclusión laboral de personas con diversidad funcional, recordemos que todos los gobiernos deben proteger y garantizar el disfrute de todos los derechos humanos por igual. Las personas discapacitadas tienen derecho a vivir en libertad y su dignidad debe ser respetada en todos los espacios, incluido el laboral. El equilibrio económico debe respetarse también para minimizar la inequidad social.
Según queda recogido en el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos:
“Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”
“Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual”.
Asimismo, según la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con discapacidad los gobiernos deben “promover el reconocimiento de las capacidades, los méritos y las habilidades de las personas con discapacidad y de sus aportaciones en relación con el lugar de trabajo y el mercado laboral”.
El empleo de las personas con diversidad funcional es, por lo tanto, un elemento esencial en el marco de las sociedades democráticas.
La profunda discriminación a personas con diversidad funcional
A pesar de la importancia del empleo y del derecho de todas las personas a tener acceso a un trabajo digno y libre de discriminación, el acceso a este tipo de espacios está muy marcado por la discriminación.
Actualmente, este es uno de los desafíos más importantes para las personas con diversidad funcional. Los factores que influyen en este acceso al trabajo para las personas discapacitadas es, según Fundación Adecco, la imperfección del mercado laboral en relación con la discriminación y prejuicios.
No existen incentivos suficientes y el sistema de beneficios falla. Además, previamente se da un acceso desigual a la educación y capacitación laboral. Esto se suma a las infraestructuras inaccesibles: edificios inaccesibles, información inaccesible, transporte inaccesible…
Asimismo, según el artículo “Inclusión en el trabajo de personas con discapacidad: la perspectiva de los empleadores” las personas con diversidad funcional muchas veces no pueden acceder a la educación o a sus servicios y, por lo tanto, están peor en términos de resultados. Además, muchas carecen de las habilidades y experiencia necesaria para competir con otras personas en el mercado laboral.
Por último, muchas veces en las sociedades capacitistas se asocia la discapacidad con falta de productividad o bajo rendimiento y es una de las razones por las que, en primer lugar, hay mucha invisibilización de estos colectivos. Es necesario revisar el capacitismo y tomar conciencia de que el sistema valora mucho lo productivo y excluye lo que es percibido como lo contrario.
Debemos revisarnos el capacitismo y tomar conciencia de que vivimos en un sistema que valora mucho lo productivo.
¿Cómo incluir a las personas con diversidad funcional en el trabajo?
Para empezar, es importante comunicar desde los altos cargos que todas las personas, incluidas las personas con diversidad funcional, tienen valor y han de ser respetadas y bienvenidas. Esta filosofía debe ser parte de la estructura misma de la organización. Para ello, es importante que el grupo directivo y ejecutivo tengan interiorizados los valores del respeto y expliciten de forma clara la importancia de incluir plenamente a las personas con discapacidad.
Este compromiso empresarial debe llevarse a la práctica y dicha comunicación tiene que ser más que una declaración de intenciones. Por ejemplo, verse reflejada en páginas webs y materiales públicos, así como en redes sociales.
La inclusión de todas las personas debe ser una consideración central de las políticas, los presupuestos, la gestión y contratación de personal, así como de la planificación de actividades.
Es necesario poner sobre la mesa que todas las personas tienen conocimientos, talento y experiencias valiosas para compartir en lo que respecta a la inclusión de la discapacidad.
Finalmente, la historia nos recuerda que Beethoven era sordo, Harriet Tubman tenía epilepsia, Selena Gomez tiene lupus, Richard Branson es disléxico y Steven Hawking tenía ELA. Algunas de las personas más exitosas e importantes de la historia eran tenían alguna forma de diversidad funcional.
¿Qué hacer para respetar a las personas con diversidad funcional?
Aquí te lanzamos algunos consejos:
A la hora de comprometerte con este tema, piensa antes que nada que muchas empresas de éxito tienen en cuenta la inclusión. Recuerda que para que la inclusión tenga éxito, es importante capacitar a todo el personal de forma efectiva.
Las sesiones sobre inclusión y diversidad funcional pueden suponer un plus para generar un ambiente de trabajo cómodo e inclusivo. Puedes encontrar herramientas útiles disponibles en línea de forma gratuita en Respect Ability.
En la medida de lo posible, trata de adecuar instalaciones para que sean más acogedoras para las personas discapacitadas. Esto no necesariamente tiene que ser muy costoso.
Recuerda también que hay muchos tipos de discapacidad o de diversidad funcional, pero que es posible tener todo en cuenta. Siempre se pueden encontrar recursos para personas en silla de ruedas, así como para personas en el espectro autista que muestran una mayor sensibilidad a los ruidos, por ejemplo.
Asimismo, muchas veces es posible contar con una persona especializada encargada de coordinar la inclusión, como educadores especiales, terapeutas y trabajadores sociales. Muchas de ellas trabajan en asociaciones y otras instituciones y pueden dar ese apoyo sin necesidad de incorporarlo a la plantilla de trabajo. Esto es importante tenerlo en cuenta porque el aspecto económico siempre va a ser el que determine qué servicios y medidas se incorporan en la empresa.
Evita ser paternalista o condescendiente y no trates a la persona con diversidad funcional como si fuese inferior o digna de lástima. Tampoco la leas como valiente o inspiradora por el simple hecho de que exista una discapacidad. Y mucho menos la trates como si fuese una persona pequeña, pues tenemos una tendencia a la infantilización de estas personas, algo que además se denuncia fuertemente desde el activismo.
Por otro lado, trata de que tus comunicaciones sean accesibles. Actualmente lo que predomina es el formato video. Pues bien, en este caso es importante añadir siempre la opción de subtítulos. Actualmente existen muchas herramientas que lo hacen automáticamente.
El idioma importa y los actos también: algunas recomendaciones
Respecto al lenguaje, existen guías de estilo sobre discapacidad y recursos destinados a periodistas, profesionales de la comunicación y público en general para miembros del público en general para que sepan qué lenguaje es más apropiado con este tema.
Sin embargo, lo mejor que puedes hacer es preguntarles directamente a personas de tu entorno para que te digan cómo se sienten con las palabras elegidas.
En cualquier caso, por aquí también te dejamos algunas recomendaciones:
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Usa terminología que sea inclusiva.
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Trata a las personas como adultas. El lenguaje infantil no es apropiado.
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Habla directamente con las personas con discapacidad, no con su asistente o intérprete de lengua de signos. Háblale a la persona a nivel de los ojos. Si es necesario, siéntate en una silla para estar al mismo nivel que una persona que usa una silla de ruedas.
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Escucha con paciencia y atención a una persona que tiene dificultad para hablar; no trates de terminar sus pensamientos.
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Recuerda que el equipo de movilidad de una persona es parte de su espacio personal. No muevas una silla de ruedas o bastón sin permiso.
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No todas las discapacidades son visibles o aparentes, pero esto no las hace menos reales.
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Ten en cuenta que se considera ofensivo pretender tener una discapacidad, así que evita hacer bromas al respecto o de incorporar expresiones capacitistas.
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Finalmente, si no estás seguro de cómo interactuar con las personas con diversidad funcional, lo mejor que puedes hacer es preguntarles.
Obstáculos físicos para la inclusión
Uno de los obstáculos significativos en el empleo es el entorno físico no adaptado e inestable. Esto está directamente relacionado con el transporte y el movimiento. Hay lugares donde no se puede entrar con silla de ruedas. Sin ascensor, la persona debe recurrir a las escaleras y que alguien le suba la silla.
Si el transporte público no está adaptado o la persona no puede conseguir un taxi para llegar a su lugar de trabajo, las barreras se hacen cada vez mayores. Además, si la oficina es un lugar lleno de estímulos, como ruidos o luces, este entorno puede ser hostil para una persona que se vea afectada por ello.
Al igual que con otras formas de diversidad, la inclusión de la discapacidad va mucho más allá de simplemente asegurarse de cumplir con una cuota porque el reglamento así lo requiere. Se trata de crear un espacio seguro y diverso donde nadie se sienta ni inferior ni diferente. A nadie le gusta que le compadezcan o le traten con condescendencia en el trabajo y la mayoría de personas quieren que valoren su talento y logros.
Muchas veces, excluir a una persona con diversidad funcional está ligado a descuidos y falta de interiorización. Por ejemplo, cuando no se contratan intérpretes en lengua de signos para los congresos.
Asimismo, muchas personas directivas que toman decisiones pueden sentir inseguridad, miedo o que no tienen la suficiente preparación para trabajar con personas con diversidad funcional. Pero, como hemos visto, todas estas situaciones se pueden solventar. Y si no sabemos cómo, siempre podemos recurrir a asociaciones y recursos públicos.
Finalmente, tener conversaciones efectivas y valientes sobre la inclusión de la discapacidad es importante y aunque parezca incómodo o nuevo, no es algo que podamos obviar. Es necesario trabajar la empatía. Si el día de mañana tienes un accidente y tienes que recurrir a unas muletas o silla de ruedas… ¿Cómo te enfrentarías a las barreras existentes a la hora de ir a tu puesto de trabajo?